martes, 27 de mayo de 2008

Dilema del trabajo y el Monstruo del Tiempo

conversacion entre dos compañeros de trabajo, A y B. A se acerca a B y le pregunta la hora.

B-No sabría decirte exactamente porque no tengo reloj. Sin embargo, mi turno termina a las 8, por lo tanto la unica certeza que tengo es que todavía no son las 8.

A-Si no tenes reloj, como podes estar seguro de que no son las 8?

B-Simple: si fueran las 8, yo no estaría trabajando.

A-Pero cuando sean las 8, como vas a darte cuenta de que es hora de irte?

B-Estas viendolo todo desde un punto de vista equivocado. Dentro de un rato, en algun momento, me voy a dar cuenta de que no estoy trabajando: eso va a significar que ya son las 8.


A las 7.55, B agarró sus cosas y se dispuso a abandonar el trabajo mientras comentaba: "Veo que estoy dejando de trabajar, ya deben ser las 8!"

3 comentarios:

Andres dijo...

Bueno,mi nonbre es Andres y despues de luchar durante 8 años contra el monstruo de el tiempo.Llegue a la misma conclusion que mi amigo y compañero miguel.Creador de este articulo.aunque todo apunta o parece ser u quizas todos los caminos nos lleven a k el monsrtruo de el tiempo realmente sea un aura compleja con una fuerza superior a mil demonios y sin ningun tipo de presupuesto.Parece ser k en algunos casos se presenta en personas fisicas utilizando palabras como..!!"CASPITAS"...CARACOLES"....Pero realmente no hubo estudios que lo demostraran.De cualquier manera insisto en mi teoria,dada la experiencia con este tipo de fenomenos paranormales.Pienso que en realidad todos deberíamos nadar mar adentro hasta no poder salir.

Teólogo y abogado

Andres apallategui.

MIG dijo...

Ahh! Otro gran dilema: Nadar mar adentro hasta no poder salir, o hacer como los pinguinos y saltar masivamente de un acantilado??

Eso da para escribir un articulo

MIG

Saladino dijo...

Ahhhhh! Brillante planteo del señor B. Sin lugar a dudas, un luchador como el señor Apallategui debe haberse dado cuenta de la manifestación incorpórea del monstruo del tiempo a través del maleable señor A, que intenta someter todo a la lógica implacable del reloj y el tiempo, sin darse cuenta que son nuestras las acciones que determinan al mismo y no al revés.
Desgraciadamente, casi nadie se da cuenta de este hecho absatracto y concreto a las vez, lo cual los lleva a conclusiones tan tristemente equivocadas como pedir la inmortalidad al monstruo del tiempo.
Sin lugar a dudas, este es un dilema que abre los ojos.Que esten alerta aquellos de mente despierta, que el monstruo del tiempo toma muchas formas. Aunque esa advertencia ya haya sido dada por el estimado autor.